miércoles, 22 de agosto de 2012

SERVICIOS QUE OFRECEMOS

 

 

 Asesoramiento y defensa legal

 - Herencia
- Separaciones y divorcios
- Custodia de menores
- Arrendamientos
- Comunidades de vecinos
- Impugnaciones de despidos laborales
- Reclamaciones a Aseguradoras
- Hipotecas
- Consumo
- Trámites administrativos de toda índole
- Contratos
- Penal
- Mercantil
- Internacional ( Permisos de residencia, gestiones, defensa, etc)
-  Comunidad de Propietarios
- Creación de empresas
- Etcétera
 
  • Mediación Familiar:
  • Crisis familiares: separación, divorcio, nulidad o ruptura de pareja de hecho
  • Crisis de comunicación de los miembros de la familia o de otra organización formal o informal
  • Atención a problemas relacionados con el cuidado de personas mayores y sucedáneos
  • Disputas económicas entre los miembros de la familia
  • Dificultades educativas con adolescente
  • Herencias
  • Etc.
  • Mediación en el ámbito escolar.

  • Mediación en el ámbito laboral.

  • Medicación en adopciones.
Mediación Comunitaria:
  • Vecindad
  • Arrendamientos
  • Relaciones Interculturales
  • Medio ambiente
  • Comunidad de vecinos
  • Hipotecas 

martes, 3 de julio de 2012

LA CRISIS ECONÓMICA: INCERTIDUMBRE Y OPORTUNIDAD







Como sabemos, en España llevamos unos cuantos años en los que desgraciadamente a nuestro vocabulario habitual ha ido incorporándose otros conceptos propios de la ciencia económica, microeconómicos y macroeconómicos; el déficit, la deuda, la inflación, el PIB, la recesión, entre otros conceptos u el BCE, la troika, la OCDE o el FMI como órganos supranacionales difusos, se puede decir que se han convertido en  a veces verdugos y órganos decisores de muchas de las políticas que inciden en nuestro día a día con los continuos recortes y reducciones en el gasto público y en la inversión.

Ante la ausencia de una respuesta organizada y en común de los países que conforman la Unión Europea, así como los controvertidos y discutidos planes de ajuste y moderación del déficit entre los distintos países, especialmente en España e Italia, no es raro pensar que esta crisis haya pasado de económico a lo social rápidamente. Muchas familias han visto en los últimos años, como buena parte de los ingresos que contaban han ido decreciendo como consecuencia del azote del desempleo que ha generado la crisis en general y la reducción del crédito y el pinchazo de la burbuja inmobiliaria en particular; ante esta situación de incertidumbre ante el qué pasará, no resulta chocante que muchas familias hayan recurrido a la emigración a otros países con la esperanza de aspirar a una vida mejor, que en España parece que se le es negada, o incluso al regreso a la casa de los padres para poder economizar y hacer algo de ahorro frente al aumento de gastos y bajada de ingresos. Los abuelos y abuelas se han convertido en buena medida, aunque pueda resultar paradójico, en verdaderos héroes anónimos, que con su cariño, tolerancia y dedicación incondicional han conseguido que la situación para muchos padres y madres sea mucho más liviana y soportable.

Desde una perspectiva sociológica esta época de crisis ha llevado a un reforzamiento de la solidaridad y caridad, no solo en el ámbito familiar sino en la sociedad en general. La familia como bastión fundamental para la vida de cualquier ser humano se ha convertido en una empresa común en la que todos contribuyen al sostenimiento de todos, particularmente las personas mayores, como hemos indicado, han renunciado en buena medida a su vida tranquila para volver al fragor de la batalla que supone el salir adelante en este contexto tan negativo desde el punto de vista económico y social.

Efectivamente nos hemos convertido sin querer en analistas económicos, aunque en buena medida en cada familia siempre ha habido un/a economista que se ha encargado siempre de mantener la balanza positiva de ingresos y gastos, aplicando el ahorro ante  lo imprevisible del futuro, este papel lo han solido realizar las madres como administradoras principales de las cuentas familiares.

Saltando al plano político, hay que destacar que en la actualidad estamos asistiendo a una sensación social en general de cierto escepticismo político y desconfianza ante los partidos políticos y ante las decisiones tomadas por el ejecutivo, que abogan por salir de la crisis a costa de la reducción en la partida del gasto público, que se traduce en desagradables medidas como el copago o repago sanitario, el aumento de la edad de jubilación o la reducción de profesores en nuestras escuelas, entre muchas otras; otro sector que aglutina buena parte de la crítica de la opinión pública por méritos propios es el sector financiero privado, es decir, los bancos y cajas de ahorro principalmente, que con sus conductas antiéticas  e irracionales han conseguido tener tan mala imagen de cara al ciudadano, más cuando en buena medida ante la ausencia de capital líquido en la banca y la necesidad de recapitalización como motor de funcionamiento de la banca, ha sido el propio ciudadano el que con sus aportaciones a través de los impuestos estatales principalmente ha contribuido a la ahora partida destinada al rescate de los bancos impulsado por el gobierno, y que supone el recorte en otras partidas tan importantes como las  ya comentadas anteriormente.

Con más de cinco millones de personas en desempleo, aunque cifra que ha de ser atenuada ante el continuo fraude en el mercado laboral y a la SS, con un Estado que está en manos de los especuladores y los mercados más ruines avocando al pago de un interés de la deuda a unos niveles desorbitados, con un contexto socioeconómico mundial de desconcierto y ausencia de respuestas contundentes y efectivas a la crisis, y con la paralización en la adjudicación de créditos a familias y empresarios necesitados de ellas como consecuencia de la crisis del capital bancario, la situación no puede ser más gris para los ciudadanos. No resulta raro que muchos jóvenes vean su futuro en la emigración a otros países para poder conseguir un empleo acorde a su capacitación académica y profesional, una verdadera tragedia si ponemos como comparativa que muchos de ellos, la mayoría, han sido financiados por los españoles con su aportación a las ayudas y becas al estudio para su formación y que ahora esa preparación redundará fuera de nuestras fronteras en lo que se ha llamado irónicamente en llamar “fuga de cerebros”.

Evidentemente la situación no es nada favorable, pero no todo tiene porque ser negativo, esta época de crisis estructural es una oportunidad excelente para la eclosión de grandes ideas, la historia del mundo ha demostrado que las épocas de mayor convulsión política, social o económica han sido alentadoras de grandes movimientos sociales que han llevado a un cambio en el paradigma social (revolución francesa, oposición a la dictadura franquista en el exilio o el movimiento negro en los EE.UU por Luther King) por citar solo algunos ejemplos.

 Esta época de adversidades, supone un desafío y una potenciación de la imaginación que algunos valientes pueden aprovechar para proyectar su modelo empresarial o para esgrimir las ideas en las que nunca pensó, para reivindicar por otro modelo político y social o simplemente para mostrar otras actitudes e inquietudes en aquellos aspectos de la vida en las que el acomodo muchas veces hace que nos olvidemos. Ser conscientes de la situación que nos rodea, pensar en cómo sería nuestro mundo ideal o activarse en pro del cambio, son distintas facetas en las que la sociedad está proyectando su incertidumbre ante la crisis. Por tanto y para terminar este trabajo,  decir que en estos tiempos que corren de pesimismo social  me parece una excelente oportunidad no obstante, para el afloramiento de una nueva corriente ideológica, una nueva forma de concebir y entender el mundo, para desprendernos de lo material y dejarnos cautivar por lo atractivo y mágico de lo inmaterial (ideas, sentimientos, sensaciones, sueños, etc.), para tomar una actitud crítica ante la vida sin desmerecer ni vanagloriar sin fundamento, para construir en definitiva desde nuestras ideas y ser fieles con nuestro YO, ser en definitiva más libres para escuchar y ser consecuentes con nuestra hasta ahora ignorada razón. Una oportunidad para crecer como especie.
Jesús Martín Rosa

lunes, 2 de julio de 2012

EL MIEDO AL CAMBIO



La propia naturaleza del ser humano genera una actitud ante la vida eminentemente conservadora y celosa de todo cambio que pueda significar un giro en el modelo actual, habitual o  circunstancial de su vida, es decir una incertidumbre; no obstante, en los últimos siglos ha habido un considerable cambio en esa actitud  en la posición y visión de las personas ante determinados hechos que han llevado a una eclosión de la autodeterminación y la capacidad emocional para afrontar todo tipo de cambios que por la propia configuración del mundo toda persona debe experimentar en mayor o menor medida a lo largo de su vida. Este cambio va muy ligado a la capacidad de adaptación y a la llamada inteligencia emocional que tan de moda está hoy en día.

El miedo, como emoción ligada al ser humano ante la incertidumbre del cambio impregna considerablemente a la vez que condiciona inevitablemente la fase de transición de una etapa a otra de su vida, más aun cuando esa etapa se produce ante circunstancias imprevisibles, repentinas e inevitables (ej, muerte de ser querido) o se da en momentos de inseguridad consustancial a una determinada edad (ej, adolescencia). Es por tanto necesario y esencial que todos estemos preparados ante la posible aparición de alguna circunstancia en nuestro ciclo vital que nos arrastre al cambio. Pero, ¿Es posible adaptarse a un cambio importante en nuestra vida sin sufrir un desequilibrio emocional?, la respuesta parece apuntar que sí; para afrontar determinados cambios o variaciones en nuestro día a día es necesario haber logrado un conjunto de aptitudes y actitudes que en buena medida nos deben venir dadas por una buena educación emocional. La educación emocional, muy ligada a la referida supra inteligencia emocional abarca mucho más terreno que ésta, para referirse a un conjunto de competencias ligadas a los sentimientos y emociones que forman parte  de la capacidad emocional de todo ser humano, y  que se aparta considerablemente de aquella simple capacidad cognoscitiva que todos aprendemos en los primeros años de nuestra vida y que se ciñe solo al tema del saber. La educación emocional como conjunto de herramientas que posee el individuo, se debe convertir en el mejor aliado para luchar contra el miedo que a veces produce enfrentarse a determinados retos y objetivos en nuestra vida diaria.

El miedo no debe ser concebido desde una perspectiva negativa o dañina, todo lo contrario, el ser humano debe comprender y aprender a convivir con el miedo, pues es un elemento natural en nuestra génesis emocional humana, el miedo es necesario y en muchas ocasiones un condicionante primordial que evita llegar a situaciones que puedan poner en riesgo nuestra vida o integridad física. Por tanto, el miedo como elemento intrínseco de toda naturaleza humana debe ser contemplado desde una óptica positiva y debe ser una herramienta a la hora de contemplar  y analizar nuestro papel ante una determinada variación en nuestra rutina diaria. Por citar un ejemplo, la depresión de una madre o de un padre ante la pérdida de un hijo puede suponer la paralización del tiempo y el enquistamiento ante la superación de un cambio inevitable en la vida de una persona que le provoca miedo a enfrentarse ante la  ausencia de una persona vital e insustituible en sus vidas, ante esta vicisitud caben dos opciones: la superación de este miedo al cambio que produce sufrimiento continuo a través de la aceptación y adaptación al cambio, o la desintegración emocional de la persona y la caída en una profunda crisis personal que significa toda depresión.

Parece que la primera opción es la ideal, tener los recursos emocionales necesarios y ser capaz de enfrentarse a un determinado cambio es vital para poder alcanzar un equilibrio personal y poder ser feliz; debemos tener en cuenta que toda persona en el curso de su vida tendrá inevitablemente que afrontar pasajes dolorosos y traumáticos que engendran un miedo congénito al hecho de seguir adelante con nuestra vida, ese episodio que anexiona el miedo debe ser afrontado desde una óptica positiva de valentía emocional y optimismo vital. Es importante  enseñar desde muy temprana edad a los niños y jóvenes a tener una rica y amplia educación emocional para que puedan recuperarse de todas aquellas adversidades que pueda depararnos la vida y salir de ellas reforzados en lo personal y en lo emocional.

En el plano de la mediación, es vital en todo proceso el papel del Mediador en la concienciación de las partes de todo lo hablado hasta ahora, es importante que las partes comprendan y acepten  que hay determinados elementos en la vida de un ser humano que son indisponibles e imposibles de prever, y que el miedo a la superación y adaptación a ese cambio constituye una oposición antinatural al hecho de existir. En algunas ocasiones, seguramente sea necesaria la inmolación de todo el conflicto intrínseco que provoca el miedo o rechazo a la idea de continuar con nuestra nueva situación, para que las partes desahoguen y expresen todo aquello que guardan en el interior. El profesional debe ser capaz de lograr, a través de la escucha activa, la sensibilización, el reconocimiento y la comprensión, que los mediados “pasen página”, sellen y acepten ese cambio que produce un determinado hecho y que debe ser contemplado como una experiencia más en la idea del existir, que aunque sea negativa, debe ser interpretada como una ocasión ideal para la auto superación, el autoconomiento y la potenciación de esa capacidad emocional que debe dotar a la persona de las herramientas necesarias para poder adaptarse a cualquier escollo que pueda presentarse en el ciclo vital humano y que es primordial para alcanzar la ansiada felicidad en nuestras vidas. Para concluir y poner punto final a la reflexión realizada, citar un proverbio chino que recoge en síntesis el sentido de lo argumentado “No tengas miedo de los cambios lentos, sólo ten miedo de permanecer inmóvil”.


Jesús Martín Rosa.

viernes, 4 de mayo de 2012

¿ Qué es la Mediación?

La mediación es un proceso confidencial, voluntario y estructurado de gestión y resolución de conflictos que sirve para que dos partes, que estén inmersas en algún conflicto entre sí, consigan gestionarlo de una forma satisfactoria, aceptando la ayuda de una persona mediadora, profesional, experta y debidamente formada, que tiene como características principales la de ser imparcial, neutral y no imponer acuerdos, pero dirigiendo a las partes a la consecución de los mismos y al cumplimiento, siendo éstos equilibrados, equitativos y duraderos en el tiempo. 

Los mediadores no son jueces ni árbitros, no imponen soluciones ni opinan sobre quién tiene la verdad, lo que buscan es satisfacer las necesidades de las partes en disputa, regulando el proceso de comunicación y conduciéndolo por medio de unos sencillos pasos en los que, si las partes colaboran, es posible llegar a una solución en la que todos ganen o, al menos, queden satisfechos. 

Es por tanto un método autocompositivo y voluntario, son las propias partes en conflicto las que, con ayuda del mediador, llegan a la solución a sus problemas o al menos consiguen establecer un canal de comunicación inexistente hasta entonces, se hace reflejable esa frase de " es mejor un mal acuerdo que un buen pleito"; en la mediación, al contrario que en sede judicial, las partes son protagonistas y arquitectas de sus propios acuerdos, intentando el mediador que sean los más favorables a sus intereses para que se prolonguen en el tiempo.

En definitiva, en palabras del profesor Javier Alés " La mediación es una actitud en la gestión de un conflicto por el que expertos ayudan a las partes enfrentadas en la búsqueda de sus propios acuerdos". Esa actitud hace que la mediación esté al alcance de muy pocos y sea una profesión compleja y mágica, ya que no sólo se necesita una aptitud sino también una vocación interior a escuchar, comprender y ayudar a las personas a salvar sus diferencias.



Jesús Martín Rosa

martes, 1 de mayo de 2012

La Abogacía Transaccional, ¿Una nueva forma de solucionar los conflictos?

En los últimos años, nuestro sistema jurídico de la mano de las políticas del legislador estatal y autonómico está apostando cada vez más por la implementación de los llamados MARC ( métodos alternativos de resolución de conflictos) que ayudan entre otros a combatir la lentitud procesal en nuestro entramado judicial, aumentando por ende la celeridad y finalización pronta de asuntos, a la misma vez que otorga a todo el proceso el efecto mágico de lograr soluciones sin tener que acudir a la intermediación de abogados o tribunales. La Mediación como método alternativo de gestión y solución de conflictos está dando un giro copernicano a nuestra tradicional forma de administrar la justicia apostando por la razón, el respeto mutuo y el acuerdo cómo herramientas básicas para evitar que las partes en conflicto acudan a la vía judicial. La publicación y entrada en vigor del reciente Real Decreto Legislativo 5/2012 a dado a esta técnica de gestión del conflicto un marco normativo estatal, que en buena parte ya ha sido desarrollado prácticamente por cada una de las 17 CC.AA. En Andalucía concretamente, la legislación autonómica en este ámbito viene marcada por la Ley 1/2009 y el reciente reglamento que la desarrolla, Decreto 37/2012, de 27 de Febrero.

La oleada doctrinal reivindicadora de una nueva forma de concebir la justicia ha puesto de relieve en España la necesidad de un nuevo cambio en nuestro Sistema judicial, apostando por los medios de satisfacción extraprocesal de las pretensiones de las partes en conflicto. Los llamados MARC son ya una realidad en la práctica en países tan influyentes como EE.UU, Inglaterra o buena parte de los países de América central y del Sur, la buena acogida y el notable éxito que está teniendo en estos países está animando a otros estados a adoptar medidas oportunos a fin de su implantación. Desde la década de los 90, la Unión Europea se ha comprometido por la divulgación y adaptación de los distintos sistemas judiciales estatales a este tipo de mecanismos alternativos al judicial, por lo que los distintos Estados han ido adaptando su legislación interna a las directrices que desde Europa se le han dado para que pusieran en marcha la aplicación de este tipo de herramientas.

En definitiva, la introducción de este tipo de herramientas de gestión y solución de conflictos en nuestro día a día personal sólo falta de la difusión de información y sensibilización de las personas, para que conozcan de las enormes ventajas de este tipo de métodos alternativos o complementarios a la vía judicial; por eso, para una correcta llegada de este mensaje a los ciudadanos es necesario una campaña previa de información e introducción a este tipo de cultura del acuerdo, que sin duda desde Astigilex creemos racional y necesaria en esta sociedad del continuo conflicto en la que vivimos.

lunes, 30 de abril de 2012

El GPS del Mediador








En los últimos años el GPS, ese pequeño dispositivo para el coche que se encarga de orientarnos hacia una determinada dirección llevándonos hacía el lugar deseado, se ha convertido casi en imprescindible para aquellos que deciden emprender un viaje a un lugar desconocido y del que no tienen referencia alguna de cómo llegar, si esto mismo lo llevamos al mundo de la mediación nos encontramos con ciertos parecidos; el mediador cuando es solicitado por una  o varias partes para que gestione un determinado conflicto que está sucediendo, no tiene referencia alguna  de la naturaleza, intereses, problemas subyacentes, factores externos, en definitiva, no tiene orientación alguna de qué  se va a encontrar en el trascurrir del procedimiento que está a punto de empezar y como debe conducir las sesiones para alcanzar el destino pretendido de acuerdo con la actitud que mostrarán las partes del procedimiento. No obstante, al igual que cuando disponemos del GPS para emprender un viaje hacia un determinado lugar que no conocemos, el mediador tiene una serie de herramientas que le permiten situarse y seguir el camino correcto en el transcurrir de una buena mediación.
El mediador no tiene satélites que determinen cual debe ser la dirección a escoger pero tiene una serie de herramientas de las que se puede valer igualmente para ubicarse y orientar el hilo de la mediación, esas herramientas tan preciadas nos son dadas en parte por los mediados pero para hacer buen uso de ellas debemos estar muy atentos y desarrollar una serie de actitudes durante todo el procedimiento de mediación. Esas herramientas o factores a tener en cuenta se pueden resumir en las siguientes:

La escucha. 

El dispositivo GPS para buscar su posición  escucha las señales que emiten los satélites, de esas señales el GPS sólo tiene en cuenta las que considera importantes y verdaderas para la ubicación del vehículo (Efemérides), es decir, desecha parte de  la información recibida por considerarla inexacta o no útil para el caso. Igualmente el mediador recibe de las partes en conflicto una gran información de todo tipo, de la que deberá seleccionar la que considere especialmente importante para el caso y desechar la demás; la mayoría de las veces, buena parte de esa información sustancial o básica no será transmitida espontáneamente por los mediados sino que será el mediador el que tendrá que ir a su búsqueda y para ello se valdrá de numerosas herramientas ( analizar gestos, miradas, palabras, realizar preguntas abiertas, utilizar diferentes técnicas  como la del espejismo, la del ajedrez o la de sembrar dudas, parafrasear, etc.). En definitiva, como diría un famoso ensayista español “lo importante no es escuchar lo que se dice sino averiguar lo que se piensa”.

La planificación del viaje.

Una vez que tenemos toda la información que consideramos valiosa y necesaria tenemos que estructurar el procedimiento en base a esa información inicial, el GPS hace ese procedimiento mediante la llamada sincronización en la que ajusta cual es la distancia exacta a un objetivo en base a operaciones de prueba y error; el mediador también tiene que ordenar su procedimiento de mediación en varias fases dependiendo de la información inicial que haya recogido de las partes y de las distintas hipótesis que haya establecido en base a ella. Dependiendo de las vicisitudes de cada caso el mediador tendrá que crear un determinado “planning de trabajo u hoja de ruta” es decir, tendrá que ordenar todo el procedimiento en sesiones en las que deberá establecer un orden y coherencia en los temas a tratar en cada sesión, estableciendo unos objetivos para cada fase, según resulte tras analizar la propia genealogía del conflicto. En definitiva, debemos en esta fase optar por la ruta que nos resulte más cómoda y segura.

El modelo de navegación

Una vez que tenemos la información y hemos elegido la ruta, ahora debemos programar como queremos que se desarrolle nuestro asistente en viaje, tenemos varias opciones: modelo transformativo, el modelo de Harvard, el modelo circular narrativo o el más original, el creativo o mágico. Es muy importante elegir el correcto después de haber sopesado todos los posibles, ya que debemos elegir el que mejor se adapte a nuestra situación, siendo recomendable siempre los modelos que acrecienten la capacidad de comunicación entre las partes, ya que de eso dependerá en buena medida el buen fin de la mediación.

La llegada al destino

Casi siempre la llegada al destino elegido suele ser motivo de desahogo y entusiasmo, tras haber dejado ya horas y horas de viaje incómodo y pesado; en mediación la llegada al destino final del proceso que se cierra con el acuerdo final entre los mediados, tiene que ser la derivación natural, lo más parecida posible a lo diseñado por el mediador en la fase de la planificación del proceso. Es quizás la fase más peligrosa, porque es la hora de montar todo lo hablado y acordado hasta el momento, por lo que debemos haber consolidado previamente unas bases sólidas en las que sustentarse el acuerdo final. Ese acuerdo debe aparecer claramente clarificado y ordenado, de forma que las partes sepan perfectamente a que se comprometen y cuál es el límite a lo pactado, el contrato de acuerdo final entre los mediados debe ser una revisión y definición de lo ya zanjado durante las sesiones de forma que no haya lugar a más debates e interpretaciones a lo ya dicho. Ante todo, eso sí, el acuerdo tiene que tener previsión de futuro y estar  sujeto a posibles cambios normales que puedan darse lugar por el transcurso del tiempo. Por último, a título de consejo, el que sean las propias partes las que lean el acuerdo una vez terminado aumenta la sensación de compromiso y aceptación del mismo de cara al futuro.
 Una cosa hay que tener en cuenta, mientas el GPS nos avisa del fin de viaje y llegada a nuestro destino, en el proceso de mediación tendrá que ser el mediador, llevado por su conocimiento y análisis sobre el desencadenamiento de las distintas fases del proceso, el que decida poner fin al mismo en el momento que considere oportuno, por lo que tendrá que realizar un juicio de discrecionalidad para decidir cuál es el mejor de los posibles.

Por último, unos consejos para realizar el viaje de formas más cómoda

-    - Tenga una buena preparación inicial, pero sobre todo una gran actitud para afrontar con optimismo el transcurrir del mismo.

-          - No se precipite, en este caso el tiempo y la prudencia son factores que pueden jugar a su  favor.

-     -  Elija bien el destino y si comete algún error tenga la capacidad de afrontarlo y salir de él con habilidad y acierto.

-        -   Despierte emotividad y sentimientos,  son puntos de interés en nuestro viaje.

-          - Deje los prejuicios, tecnicismos y formalidades a un lado, abra su corazón y sus sentidos, este viaje es para disfrutarlo.

-        -   Escuche a los partes y analice los gestos, aprenderá  un mundo nuevo de comunicación.

-     - Siéntase cómodo y haga sentir cómodos a los restantes viajeros, todo el viaje será mucho más agradable y gratificante.

-       - No tire la toalla si las cosas no salen como esperaba,  lo principal es sentir la sensación  de haber hecho lo correcto y haber contribuido a hacer el camino más fácil a los demás.

-         -  Huya de las malas formas, muéstrese asertivo e inculque la palabra como eje motor del viaje.

-      -  Deje a los acompañantes libertad para decidir lo que más le convengan, descubra cuáles son sus principales pretensiones, muéstrese comprensivo y optimista con sus elecciones y  hágales reflexionar sobre sus opciones, seguro que escogen la mejor para sus intereses.
  
En definitiva, el GPS del mediador es la información que recibimos del conflicto que tenemos que mediar, si somos atentos y audaces podemos encontrar una  gran cantidad de indicadores a modo de satélites que implícitamente nos dan  información primordial para entender las posturas, intereses y objetivos de las partes en conflicto, y todo ello, para poder hallar el mejor destino posible al maravilloso viaje de la mediación.

sábado, 28 de abril de 2012

La nueva reforma laboral: ¿Solución o perdición para España?




Recientemente se aprobó el Real Decreto ley  3/2012 de 10 de Febrero de medidas urgentes para la reforma laboral, esta ley ha venido a crear una gran división de opiniones, no sólo en el sector doctrinal sino en la opinión pública sobre su eficacia o su más bien continuidad en senda de la destrucción de empleo en España. Con una situación laboral caótica, una tasa de desempleo que roza el 24% y un crecimiento trimestral de paro que no cesa trimestre tras trimestre; por esa razón hay un gran escepticismo sobre el efecto futurible que esta ley puede tener en la creación de empleo y el crecimiento económico de nuestro mercado laboral. Desde el gobierno se ha defendido a capa y espada que esta ley lejos de destruir empleo es una herramienta necesaria e imprescindible para que España salga de esa Tasa de empleo que ahoga nuestra economía e inicie el crecimiento a través de una mayor demandas de puestos de trabajo.

El contenido de la ley es claro: por una parte, se flexibiliza la capacidad de los empresarios para que puedan apostar por el despido barato sin indemnización o con una cantidad menor de ella, por otro lado se hace una desmantelación de alguna de las figuras básicas en las relaciones laborales, como es la negociación colectiva o la calificación del despido. Se otorga manga ancha a los empresarios y autónomos para que puedan despedir a sus trabajadores procedentemente mediante el despido objetivo por razones técnicas, organizativas, económicas o de producción, es decir prácticamente cualquier empresario puede despedir a cualquier trabajador alegando una disminución de los ingresos de carácter anual basándose en las cuentas generales que realizan cada año; este aspecto seguramente será escogido para muchos empresarios como fuga de escape para evitar la indemnización al trabajador, porque de los salarios de tramitación mejor no hablar, han pasado al más profundo obstracismo laboral.
Por otro lado, el gobierno plantea bonificar, con cierta ironía, la creación de empresas de hasta 50 trabajadores, mediante la bonificación de un contrato indefinido que incluye atractivas deducciones fiscales pero que encierra un primer año en período de prueba, sin derecho a indemnización alguna, por lo que es un espigón para la especulación laboral. También se apuesta por un contrato a tiempo parcial, el cual se convierte en objeto de culto por el gobierno pues ofrece todas las garantías posibles para el fraude laboral a través de la inclusión de la posibildiad de incluir horas extras, algo que como sabemos es bastante habitual en la realidad de nuestro mercado laboral.
El contrato en prácticas, por su parte, se aumenta en tiempo hasta poder llegar a los tres años de duración con importantes bonificaciones sociales para empresario y el descuelgue salarial se incentiva sin igual desbaratando la preciada negociación colectiva a través de la recurrencia a las archifamosas razones técnicas, económicas, organizativas o de producción; en definitiva, todo un manjar para la precariedad laboral y la desestabilidad social del pueblo, que sin un trabajo seguro y con estas potestades privilegiadas y desproporcionadas para el empresario, haber como  aumentamos el consumo y la inversión privada, que es sin duda una de las claves para que España pueda salir de la Crisis.

Todas estas medidas, en definitiva, favorecen un escarnio al trabajador difícil de sopesar, pues el escepticismo y el descrédito de los políticos que se despierta en la opinión pública, hacen buena gala de que hay una aguda distorsión entre las intenciones de nuestro ejecutivo y la realidad social en la que está sumida España; esta reforma, lejos de arreglar la crisis, a cualquier modesto lector que tenga una mínima capacidad de razón y lógica, hace mostar todo lo contrario, lo más seguro es que con estas medidas se recurra más a la contratación temporal o también llamados minijobs (que aumentan el desconcierto e incertidumbre social) y que lo único que consiga es una bolsa de oxígeno para el despido laboral de algunos empresarios que están al límite de la supervivencia pero que, a nuestro juicio, su problema se solucionaría con otras propuestas ( aumento de la bonificación en los seguros sociales, mejora de las condiciones fiscales, aumento de las líneas de crédito a la inversión, remover obstáculos burocráticos y hacer políticas que favorezcan la creación de empresas, mejorar las condiciones para que los jóvenes emprendedores no emigren a otro país y que la productividad de sus ideas redunden en el beneficio de todos) y no con las ofertadas por el gobierno que parece no aflorar grandes ideas para salir de este profundo escollo en el que estamos con la crisis económica; Parece que estamos avocados a poner en práctica esa famosa frase que dice "en los momentos de crisis solo la imaginación es mas importante que el conocimiento", a los ciudadanos, por supuesto, nos toca poner la imaginación.